Aggayú Solá |
Aggayú Solá es además el Orisha de los desiertos, de la tierra seca y de los ríos enfurecidos. Es el gigante de la Osha, Orisha del fuego, de carácter belicoso y colérico. Es el báculo de Obbatala. Confundido en algunos casos con Aganjú el 6° Alafín de Òyó. Su culto proviene de tierra Arará y Fon.
Su nombre proviene del Yorùbá Aginjù Solá (Aginjù: desierto - So:voz - Àlá: Cubrir), literalmente "El que cubre el desierto con su voz". Es un Orisha que no se coloca a la cabeza en las casas Lukumís, se hace Shangó con oro para Aggayú y en algunas casas hacen Oshún con oro para Aggayú. Se coloca a la cabeza en algunas casas de origen Arará.
Si se coloca a la cabeza, su Otá principal es de forma piramidal y debe de permanecer atada debajo del río por período de 9 días.
Su número es el 9 y sus múltiplos. Su color es el rojo oscuro y blanco o los 9 colores excepto el negro. Se compara en el sincretismo con San Cristóbal (25 de Julio). Se saluda ¡Aggayú Solá Kinigua oggé ibbá eloní !
Familia de Aggayu Solá.
Hijo de Oroiña, es considerado por algunos como el padre de Shango y Orungán. Amante de Oshanlá y Yembó (Caminos de Obbatala).
Diloggún en Aggayu Solá.
En el diloggún habla por Osá Meji (99).
Herramientas de Aggayú Solá.
Su receptáculo es un lebrillo de barro o una batea de madera, pintado con sus nueve colores. Sus atributos son el Oshé (hacha bípede roja y blanca adornada con colores amarillos y azules), 9 herramientas de combate, 2 tarros de buey, 9 mates, cometa, una mano de caracoles y un bastón. Sus Elekes son de color marrón (cacao), matipó, perla, azul turquesa (celeste), una roja y en algunas ocasiones una amarilla o verde, otros los confeccionan intercalando 8 cuentas amarillas, 9 rojas y 1 blanca.
Ofrendas a Aggayú Solá.
Se le ofrendan frutas de todo tipo, berenjenas, palanquetas de maíz tostado, melado de caña, alpiste y galletas con manteca de corojo. Se le inmolan chivo, gallo, gallina de guinea, jicotea y palomas. Sus Ewe son Bledo punzó, atiponlá, moco de pavo, baría, platanillo de Cuba, zarzaparrilla, paraíso, álamo, jobo, curujey y mar pacífico.
Objetos de poder de Aggayú Solá.
Un hacha de dos cabezas y una vara.
Trajes de Aggayú Solá.
Aggayu lleva traje y pantalones de color rojo fuerte. Pañuelos multicolores cuelgan de su cinturón.
Bailes de Aggayú Solá.
Aggayu da largos pasos y levanta sus pies muy alto, como si caminara sobra obstáculos. Al mismo tiempo, blande el aire con su oche. Le gusta cargar a los niños sobre sus hombros.
Coronar Aggayú Solá. Kari-Osha.
Para coronar este Osha debe haber recibido antes a los Orishas guerreros. Luego durante la coronación se deben recibir los siguientes Oshas y Orishas.
Elegguá, Oggun, Obbatalá, Oke, Yemayá, Shangó, Ogué, Oshún y Aggayú.
Caminos de Aggayú Solá.
Sus caminos son:
Aggayú Kinigua.
Aggayú Larí.
Aggayú Babadina.
Aggayú Aggarí.
Características de los Omo Aggayú Solá.
Violentos, irascibles, coléricos, físicamente muy fuertes. Son sensibles y les encanta la ternura. Les encantan los niños y son presa fácil de mujeres con apariencia frágil, por que les encantan proteger a los débiles.
Patakí de Aggayú Solá
Aggayú Solá era un gigante poderoso y temido: el dueño del río que se precipitaba desde lo alto. Acostumbraba ayudar a cruzar la corriente, pero siempre exigía que le pagaran.
En cierta ocasión, le hizo el favor a Yemayá (otros informantes dicen que a Ochún), quien no tenía con qué pagarle y tuvo que acostarse con él para contentarlo. De esta unión nació Changó, aunque Aggayú no supo nada. El gigante era tan temido que dejaba la puerta de su casa abierta de par en par; aunque la tenía abarrotada de viandas y frutas, nadie se hubiera atrevido a entrar. Un día, sin embargo, Changó, que es muy fresco, se metió en la casa, se lo comió todo y hasta se acostó a dormir en su propia estera. Cuando Aggayú volvio del campo y vio el espectáculo, sin pensarlo dos veces agarró a Changó y lo tiró dentro de una hoguera que, por supuesto, no ardió. Entonces lo cargó y lo llevó a la orilla del mar para ahogarlo, pero Yemayá apareció y, muy solemne, le hizo saber que era su propio hijo.
No por eso se acabaron los problemas. En cierta ocasión Changó pasó por Orunzale y vio que la gente del pueblo andaba como los zombies. Changó se empeñó en saber quién era el rey del pueblo; tras muchos esfuerzos, descubrió que era Aggayú y fue a verlo. "¿Para qué tú quieres saber quién es el rey?", dijo Aggayú encolerizado. Y Changó le contestó: "Papá, es que este pueblo no puede tener a la cabeza un rey tan fuerte. Todos andan muy mal, no oyen, no contestan, no hablan. No quiero que sigan sufriendo". Fue así cómo se pusieron de acuerdo y, desde entonces, Changó va "a la cabeza de los hombres en lugar de Aggayú, que va a los hombros". Es por eso que los hijos de Aggayú tienen esa perfecta comunión con Changó y dicen: "Changó con oro para Aggayú".
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